Tradicionalmente, se restauraban las variables relacionadas con la condición física.
Actualmente, se trabaja con el objetivo de optimizar los patrones funcionales y neuromotores.
La prescripción de ejercicio con fines terapéuticos ha llevado al desarrollo de nuevas perspectivas. Se ha pasado de una prescripción centrada en restaurar variables relacionadas con la condición física (como las mejoras en la fuerza y resistencia muscular, condición cardiovascular o movilidad), a una prescripción donde los patrones funcionales y neuromotores toman el protagonismo.
Esto ocurre ante la exposición gradual dirigida a la modulación de factores atencionales, cognitivos y conductuales responsables de la coordinación y ejecución del movimiento.
Estos nuevos conceptos nos conducen a un nuevo escenario de prevención de la lesión mediante el movimiento.