De los resultados de los componentes de la salud mental (ansiedad, depresión, autoestima y función cognitiva), la mayor causalidad se encuentra en la función cognitiva.
En el mundo, uno de cada siete jóvenes de 10 a 19 años padece algún trastorno mental.
La depresión, la ansiedad y los trastornos del comportamiento se encuentran entre las principales causas de enfermedad y discapacidad entre los adolescentes.
Esto ha podido dar lugar a que en los últimos años haya aumentado el interés por el estudio y la comprensión del impacto del ejercicio físico en los trastornos mentales.
Es sabido que hay un beneficio significativo de la práctica deportiva en relación con algunos factores como los niveles de depresión y ansiedad, el estado emocional y, en general, el bienestar psicológico.
La realización de ejercicio físico de manera frecuente y continuada va a facilitar que se mejore la autoimagen y el autoconcepto; con lo que mejorará también la autoestima. Pero para que esto sea posible hay que tener en cuenta las características de cada persona y que el programa de entrenamiento se prolongue en el tiempo.
En cuanto a causalidad:
– Depresión: Se ha podido comprobar como existe un apoyo parcial que demuestra la casualidad. Existen algunas pruebas de asociación causal, pero esta se ve delimitada por la ausencia de pruebas de secuenciación temporal y por la ausencia de pruebas de una relación dosis-respuesta.
– Ansiedad: El escaso número de investigaciones realizadas imposibilita valorar la causalidad entre la actividad física y esta variable.
En cuanto a causalidad:
– Autoestima: Parece haber una falta de apoyo a la casualidad. Las pruebas de la fuerza de asociación son parciales, con apoyo de las intervenciones, pero no tanto de los estudios observacionales.
– Función cognitiva: Apoyo cauteloso a una relación causal. Las pruebas de la fuerza de la asociación son evidentes, así como también muestran asociación para el rendimiento académico y la estructura y función cerebrales.