Esto dependerá de muchos factores.
Algo que, en principio, podría verse como algo ideal, puesto que es natural que cada persona quiera prosperar y cumplir sus sueños, puede llegar a ser una idea algo frustrante al comprobar como la gestión de un centro precisa mucho más de lo que imaginaban.
Es normal ver como algunos entrenadores, tras haber permanecido varios años trabajando en un centro de entrenamiento personal o en un centro de fitness, deciden emprender y gestionar su propio centro de entrenamiento.
Saber entrenar requiere:
– unos conocimientos técnicos para poder entender cómo diseñar y adaptar programas de ejercicio físico a diferentes personas.
– poseer unas habilidades interpersonales; es decir, ser capaces de motivar y guiar a otras personas.
– estar continuamente actualizándose con el objetivo de mantener y mejorar la relevancia, competencia y competitividad en un entorno que cambia constantemente.
Por su parte, gestionar conlleva:
– gestión financiera: saber manejar los recursos económicos de un centro.
– gestión de recursos humanos: saber seleccionar, formar y hacer prosperar a los posibles empleados que tengamos.
– gestión de operaciones: saber supervisar la producción de los servicios que vayamos a ofrecer.
– gestión de marketing: saber enfocarnos en estrategias que atraigan y retengan a los clientes.
– gestión estratégica: saber definir los objetivos a largo plazo y la dirección general de nuestro centro.
En resumen, tenemos que ser conscientes que por muy buenos entrenadores que seamos, el saber entrenar no es garantía de éxito en la gestión de un centro.
Uno de los grandes errores que comenten algunos entrenadores es el desconocer el área de gestión y el pensar que el área de entrenamiento podrá suplir las carencias del primero.
Relegar las tareas de gestión a un segundo plano va a incrementar las dificultades para mantener el adecuado funcionamiento de un centro.