Cuando tengas que tomar alguna decisión, piensa en tus clientes como si fuera para ti.
Saber gestionar implica muchas acciones, pero pocas veces nos percatamos que dichas acciones se llevan a cabo sobre personas parecidas a nosotros.
La buena gestión conlleva saber satisfacer las necesidades de esas personas que acuden a nuestro centro.
A veces se nos puede olvidar que las personas vienen a nuestras instalaciones por que quieren; las personas no dependen de nosotros, pero nosotros si dependemos de ellas para poder sobrevivir.
Este principio que parece que todos los centros entienden, en el día a día no se tiene totalmente en cuenta.
Seguimos ofreciendo servicios o actividades a personas sin ponernos en su piel; y sin pensar si ese servicio o actividad que le estamos ofreciendo sería de nuestro agrado.
Hay que tener en cuenta que una experiencia negativa afecta a la percepción de la calidad de las personas; con lo que ello conlleva.
La calidad, la satisfacción, el valor percibido, … son aspectos que van a determinar el comportamiento e intención futura de estas personas.
Este comportamiento determina si se está dispuesto o no a quedarse con nosotros; e influye en que nos puedan recomendar o no.