Ejercicio físico y cáncer.

― Salud (Capítulo 6) ―

Ejercicio físico como terapia.

En la actualidad el cáncer es una de las principales causas de muerte en el mundo.

Por cáncer se conoce a un grupo de enfermedades que se caracterizan por el crecimiento celular descontrolado.

Este crecimiento descontrolado origina la compresión, invasión y degradación del tejido sano circundante.

Hay que tener en cuenta que las células malignas pueden desplazarse por todo el cuerpo a través de la sangre o del líquido linfático.

El mecanismo común en todos los subtipos de cáncer son las modificaciones en el ADN, que pueden ser causadas por factores ambientales como el tabaco, las infecciones, factores nutricionales,..

Los síntomas del cáncer son diversos y dependen del tipo de cáncer; no obstante, el cáncer suele causar pérdida de peso, fatiga y reducción de la capacidad física.

Estos factores condicionan la calidad de vida de los pacientes; motivo este, por el que, en los últimos años, se ha puesto mayor énfasis en la importancia del ejercicio físico para permitir que los pacientes con cáncer mantengan su buen funcionamiento diario.

Existe evidencia científica que indica que un estilo de vida físicamente activo protege contra el desarrollo de cáncer de colon, cáncer de mama, cáncer de endometrio y cáncer de próstata.

Además, se ha demostrado que las personas físicamente activas , no sólo están protegidas contra ciertos tipos de cáncer, sino que tienen una probabilidad estadísticamente mayor de supervivencia tras haber sido diagnosticados.

También existe amplia evidencia científica de que el ejercicio físico en pacientes con cáncer tiene un impacto positivo en la condición física general y en el bienestar físico en el sentido más amplio.

El ejercicio físico mejora la fuerza muscular y la capacidad aeróbica de los pacientes con cáncer; esta mejora alivia la fatiga y eleva la condición física.

El ejercicio físico, también favorece en estos pacientes, la mejora del bienestar general al aumentar la confianza en uno mismo.

La mejora de la confianza en uno mismo también va a contribuir a la mejora del bienestar psicológico de los pacientes.

Este bienestar psicológico, se va a ver visto reflejado en un menor índice de ansiedad y depresión pre y  post tratamiento.

Los pacientes con cáncer deben tratar de hacer ejercicio de fuerza y aeróbico comenzando con una intensidad baja, e ir aumentando gradualmente .

Los programas de ejercicio físico deben adaptarse y supervisarse de forma individual a cada paciente.

Y es importante enfatizar que este grupo de pacientes es tan heterogéneo, que las propuestas estándar no tienen sentido.

Por último, debemos considerar que los pacientes sometidos a quimioterapia o radioterapia con un recuento bajo de leucocitos o de trombocitos, no deben someterse a ningún programa de ejercicio físico.

Los pacientes con metástasis, también deben evitar el entrenamiento de fuerza con cargas elevadas.

Compartir en redes