Han pasado ya varios años desde que decidí intentar convertir mi pasión por el deporte en mi profesión; varios años desde que dejé a un lado la posibilidad de gestionar la empresa familiar por la posibilidad de ganarme la vida con el deporte.

Fue cursando, lo que sería hoy en día, los estudios de bachillerato, cuando me planteé el porqué no estudiar lo que se conocía por aquel entonces por INEF. La verdad que dicha decisión fue más un reto personal que otra cosa, puesto que todo el mundo pensaba que entrar en el INEF era poco menos que imposible.

Para acceder a dichos estudios, además de la nota de corte obtenida en Selectividad, era imprescindible superar unas pruebas físicas. Había que poseer una condición física más que aceptable y había que tener en cuenta que la demanda por cursar estos estudios era considerable; no solo había muchos candidatos, sino que además el número de facultades donde cursar estos estudios era muy reducido.

Tardé varios años en prepararme y superar las pruebas de acceso. Durante el tiempo que tardé en acceder, aproveché para matricularme en Magisterio en la Especialidad de Educación Física. Una forma de empezar a entrar en contacto con materias propias de la Educación Física, Deporte y Entrenamiento.

El cursar Magisterio no mermó para nada mi idea de seguir intentando acceder a las Ciencias de la Actividad Física y del Deporte; y una vez finalizado Magisterio, volví a presentarme a las pruebas de acceso consiguiendo esta vez acceder a la Licenciatura en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte.

Por fin lo había logrado.

Durante el tiempo que cursé dichos estudios, intenté aprovechar el tiempo al máximo, no sólo para superar las diferentes asignaturas, sino además para realizar todas aquellas formaciones que estaban a mi alcance. Fueron años muy intensos en el ámbito formativo, asistiendo a numerosas jornadas, cursos y seminarios.

Una vez finalizado Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, llegó el momento de enfrentarme al mundo laboral. No tardé mucho tiempo en empezar a trabajar. Mis primeras oportunidades laborales estuvieron relacionadas con el área del entrenamiento deportivo y la docencia; y no fue hasta pasado un tiempo cuando surgieron otras oportunidades vinculadas con la gestión y la salud.

Indistintamente de las oportunidades que me hayan ido surgiendo durante estos años, debo decir que no he dejado en ningún momento de seguir estudiando. Siempre he pensado que para ser un buen profesional se debe seguir aprendiendo de forma que se pueda seguir aportando conocimiento a alumnos, clientes o cualquier persona de nuestro ámbito que precise nuestra ayuda.

Como profesional, debo decir que he tenido la suerte de estar vinculado con muchos proyectos; aportándome cada uno de ellos experiencias y vivencias diferentes.